sábado, 10 de enero de 2009

Como cambia la vida con el contar de los días

En este momento son las 17:57 hora de México, en 6 horas más Richard y yo estaremos abordando el autobús con destino a la Ciudad de Cancun, para posteriormente ir hasta el aereopuerto y finalmente decirnos "hasta luego".

Eventos como estos siempre son los menos anhelados.

Una persona un niño, un viejo, va manifestando sus objetivos en la vida, con respecto a lo que se persigue.

Un niño se emociona un mes antes, con el anhelado regalo de navidad, se imagina como sería su vida con su próximo regalo.

A medida que uno va creciendo, de la mano, los objetivos y aquellas metas que te hacen soñar, se van enfocando a nuevos objetivos y sobretodo retos.

A los 18 son tus días te quedan para acabar, luego para ingresar ala universidad para egresar.
Cuando una persona se enamora, cuando días faltan para volver a ver a esa persona, cuantos minutos son los máximo que se pueden esperar para volver a ver a esa persona.

Existen cuentas regresivas para cosas buenas y malas, y van asociado a situaciones con cargas fuertemente emotivas: miedo, ansiedad, sorpresa, sueños por realizar.
Independientemente del objetivo, para cada persona “la cuenta de los días” significa algo distinto y lo importante es la acción a realizar posterior al día anhelado.

La materialización temporal de las cosas que más esperas es el inicio del fin hacia lo soñado y alcanzado.

Richard se va de México, sin nada en mis manos para poder evitarlo, me quedo imposibilitada a ofrecerle un mejor futuro sin tener que partir.

Ahora, hay un nuevo contar de los días, la meta: Abril, fecha la cual se ha propuesto volver a vernos y también volver a separarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario